Infidelidad (I)

En el artículo anterior veíamos en líneas generales que entendía por infidelidad y hacía referencia a la naturaleza del hombre. Mencionábamos términos como el amor que por ausencia o por presencia es constitutivo del acto infiel. Si una pareja dice y siente el amor ¿es posible que la infidelidad aparezca? La experiencia indica que sí. ¿Por qué? No cuestionemos la sinceridad del amor. ¿entonces? Quizás el impulso y el deseo es más fuerte que el amor. Al menos en el momento que actúa y aunque luego se de el arrepentimiento. Una gran mayoría de crisis de pareja y aún de crímenes pasionales tiene como base situaciones de infidelidad por los celos que despierta. Situación evidentemente muy complicada de resolver. Los celos, emoción ‘normal', presente en mayor o menor medida en toda relación de pareja, tiene como base, además de la inseguridad de quien los padece, la fantasía de la infidelidad del otro. Ahora bien: si los celos son ‘normales', sería normal en consecuencia la fantasía de infidelidad, o la infidelidad siempre presente como posibilidad. Infidelidad y celos en la pareja: dos emociones que van de la mano causales de dolor con frecuencia patológica y de no fácil resolución. Los temas a replantearse serían: Amor, celos, infidelidad, deseo. Entre estos elementos mencionados adquiere una relevancia importantísima y se ubica en primer lugar EL DESEO. El mandato es claro: no desearás la mujer de tu prójimo. Pregunta: ¿cómo se hace? ¿cómo se frena el deseo? ¿tendrá fin el deseo? o ¿estamos condenados a desear? Lo que quizás sea posible es controlarlo una vez que se disparó, pero no su aparición. Y su aparición adquiere diferentes formas e intensidades. Y aunque la intensidad sea la mínima posible, una vez instaurado ¿corresponde hablar de infidelidad aún si no se la lleva a la acción?. Porque el pensar acerca de la posibilidad de, o tener fantasías, etc., indica una infidelidad en el pensamiento o en la emoción, no en la concreción. Una mujer, un hombre ¿aceptaría que su pareja comparta una fantasía de infidelidad, un deseo y poder conversar acerca de ello? Cada uno de ustedes, lector ¿lo aceptaría?

En teoría e idealmente, si existe el amor debería poder compartirse cualquier emoción que aparezca puesto que el amor implica comprensión. ¿O no?

Entonces ya entraríamos en otro nivel de discusión. Esto es, pensar en que se entiende por amor. Es frecuente escuchar: si no hay celos no hay amor. En función de lo antedicho ¿será así?

Con razón alguien puede pensar que aquí se expresan más preguntas que afirmaciones, y estará en lo cierto. Creo que es importante encontrar respuestas por uno mismo en función de las propias convicciones. Y además puede resultar sano, por ej., para una pareja, compartir preguntas y conclusiones. Para favorecer el encuentro. Seguramente el diálogo no estará de más.-