Hubo un tiempo...

Hubo un tiempo donde el concepto de inmortalidad no existía
Sencillamente era una idea irreflexiva realizada
Entonces era un niño
Hubo un tiempo en que era dueño del tiempo
En que el conocer era hacer y el hacer era continuo
No había espacio para el aburrimiento
El juego lo eclipsaba
Entonces era un niño, yo y mi mundo eterno
Hubo un tiempo adolescente
De sueños solitarios
De sexo solitario
De poemas inconclusos
De sexo reprimido, del ardiente sexo.
Lo eterno era eterno todavía.
La juventud me encontró adulto
Fui padre y dejé de ser hijo
Me vendieron y compré la finitud y la nada
Se consolidó el dolor
Se diluyó en el la eternidad
Andando apareció la idea de Dios
Tan ausente, tan lejana
En el centro, en su ocultamiento, apareció.
A desandar el camino!
A buscar su presencia en la niñez!